Aunque estamos de acuerdo en que lo espontáneo y lo natural es lo que nos más nos gusta, un poco de organización en algunos momentos puede llegar a ser de gran ayuda para aprovechar el tiempo al máximo y facilitarme el trabajo como fotógrafa. Son unas pautas muy sencillas y tenerlas en cuenta marcará la diferencia en vuestro reportaje. Por ello viene muy bien que asignéis a alguien cercano la coordinación de algunos momentos clave. Si en vuestro caso vais a contar con los servicios de coordinación de un/una wedding planner seguro que no habrá problema, ellos normalmente conocen estas pautas y se asegurarán de que se cumplan para que todo salga perfecto.
LA CASA DE LOS NOVIOS. En este momento es de gran ayuda que alguien se encargue de facilitarme todos los detalles que voy a fotografiar nada más llegar: traje, vestido, zapatos, complementos, ramo de flores, alianzas y otras joyas, etc. Todo debe estar en el lugar más luminoso y bonito de la casa. El vestido donde más luce es colgado en la barra de una cortina, si ésto no es posible puede colgarse también por fuera de un armario bonito o de una lámpara que pueda resistir el peso. Y el traje del novio puede ir montado subre una misma percha.
ENTRADA A LA CEREMONIA. Algo que suele quedar bastante mal en las fotografías es que la novia esté llegando al altar y haya invitados aún sin colocarse. Esto se puede solucionar fácilmente si alguien se encarga de adelantarse a la entrada de la novia con tiempo suficiente para dar instrucciones a todo el mundo. En cuanto la mayoría de los invitados estén tomando sus asientos los demás les seguirán. Así el paso estará despejado para mí y para la novia, dando lugar a fotografías realmente impresionantes.
TIMMING DE LA CEREMONIA. Cuanto más detalles conozca de las diferentes partes y tiempos de la ceremonia más fácil será para mí anticiparme a los momentos especiales. En el caso de las ceremonias en Iglesia o Ayuntamiento suele ser casi siempre parecido, pero en las ceremonias civiles es más fácil que existan momentos fuera de lo común: alguien que canta una canción, un discurso especial de algún amigo o familiar, un tipo de rito diferente (el de las velas, el de la arena, etc)...
FOTOGRAFÍAS CON LOS INVITADOS EN EL ALTAR. Todo el mundo querrá su fotografía junto a los novios, pero tenéis que recordarles que habrá tiempo de sobra durante toda la celebración, y que debéis dar prioridad a los familiares y amigos más cercanos. Esto es importante porque cuanto más tiempo dediquemos a estas fotografías, menos tiempo nos quedará para la sesión de novios. Algo a tener en cuenta sobre todo si vuestra ceremonia es al atardecer. Para evitar que este momento se alargue más de lo deseado es muy útil que previamente habléis con vuestra familia más directa (padres, hermanos y abuelos) para que al final de la ceremonia no abandonen el lugar y que puedan ser ellos los primeros en las fotografías de familia.
SALIDA DE LA CEREMONIA. La imagen de los novios saliendo de la ceremonia mientras los invitados lanzan el arroz, el confeti o los pétalos es algo muy especial para la pareja. Tiene una importante simbología y es un instante muy espontáneo e irrepetible. Pero muchas veces pasa que la descoordinación provoca que algún invitado se cuele en el objetivo del fotógrafo o que por no estar debidamente organizado quede algo soso, y obviamente así la fotografía ya no es la misma. Por esto aquí también es un buen momento para que alguien se adelante y se asegure de que los invitados se sitúen detrás de mí y a los lados, dejándome algo de espacio para poder retroceder si es necesario. Además, así el momento del lanzamiento quedará más sincronizado, evitando que lo lancen a destiempo.
También viene bien señalizar y recordar a los invitados el lugar y el momento que se ha elegido para esto, ya que si se trata de una ceremonia civil puede que no les quede muy claro. Esto se puede solucionar fácilmente colocando los paquetitos de arroz o confetti en un lugar destacado y muy visible, como en los asientos o justo en el lugar elegido para lanzarlo.
INVITADOS CON CÁMARAS. Es genial que en una boda haya invitados que también tomen sus propias fotografías, pero es muy importante que entiendan que no deben entorpecer la labor de la fotógrafa contratada. El motivo más importante es que el lugar preferente para tomar las fotografías debe ocuparlo aquella persona a la que habéis pagado para que os de sus servicios profesionales como fotógrafa. Además, es muy fácil que interferir en nuestra dinámica de trabajo pueda desconcentrarnos y provocar que perdamos un tiempo que en un día así es muy, muy preciado. Esto es algo que se evita simplemente trasladando unas indicaciones a vuestros invitados de que respeten la zona de trabajo de los profesionales.
Realmente son pequeños detalles pero afectan enormemente a vuestro evento, de modo que un poco de cuidado quedará reflejado muy positivamente en vuestras instantáneas.
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