Boda Civil en el Palacio Ducal de Alba (Coria)

Hay bodas que son pura esencia de quienes las protagonizan. Y esta, celebrada en el impresionante Palacio Ducal de Alba de Coria, al aire libre, y con la mejor compañía que se puede desear, fue exactamente eso: una combinación perfecta de elegancia, diversión y emociones imposibles de olvidar.

Desde el minuto uno que me encontré con Sara y Sandro se respiraba esa sensación de reencuentro entre amigos de toda la vida, de miradas cómplices entre hermanas del alma y de familias que se saben hogar. La música tecno marcó el ritmo de la celebración, porque cuando la pasión por la música es parte de la historia de una pareja, no puede faltar en su gran día. Y sí, hubo momentos que nos transportaron a esos años de adolescencia, cuando los sueños parecían gigantes y el futuro aún por escribir.

El Palacio Ducal de Alba de Coria fue el escenario perfecto para esta celebración: un lugar con historia, con rincones llenos de magia y una arquitectura que aporta ese punto de sofisticación sin robar protagonismo a lo verdaderamente importante. Entre sus muros se vivieron abrazos eternos, miradas llenas de significado y alguna que otra lágrima que resbalaba entre sonrisas.

Los hijos, amigos y familia fueron piezas clave en este día, recordándonos que una boda no es solo una celebración de pareja, sino un punto de encuentro de todas las personas que forman parte de su historia. Y cuando las emociones se desbordaban, ahí estaba yo, escondidita y bien preparada, capturándolo todo: los instantes espontáneos, las carcajadas más auténticas y esos detalles que, con el paso del tiempo, serán los recuerdos más preciados.

Porque al final, las bodas van de esto: de vivir, sentir y dejarse llevar. Y si además tienes un palacio histórico de fondo y una pista de baile donde todo el mundo lo da todo… entonces ya tienes una boda para el recuerdo. Espero que reportaje fotográfico de boda en Cáceres sirva para que nunca mueran todos estos instantes tan especiales.